Tras su aparición en “Capitán América: Civil War” (Captain America: Civil War), el personaje de T’Challa regresa con su propia historia. Un largometraje de 134 minutos al que no le falta de nada, y con el que Marvel Studios pretende dar un puñetazo en la mesa. ¿Lo conseguirá?
T’Challa (Chadwick Boseman) regresa a su hogar tras los últimos acontecimientos, la nación de Wakanda, aislada y muy avanzada tecnológicamente, para ser proclamado Rey. Pero la reaparición de un viejo enemigo Ulysses Klaue (Andy Serkis) pone a prueba el temple de T’Challa como Rey y Black Panther ya que se ve arrastrado a un conflicto que pone en peligro todo el destino de Wakanda y del mundo.
Ante la traición y el peligro, el joven rey debe reunir a sus aliados y liberar todo el poder de Black Panther para derrotar a sus enemigos y garantizar la seguridad de su gente y su forma de vida.
En su regreso a Wakanda, y posteriores aventuras, T’Challa estará acompañado de Nakia (Lupita Nyong’o) una espía wakandiana, Okoye (Danai Gurira) la jefa de Dora Milaje, las Fuerzas Especiales Femeninas de Wakanda, Shuri (Letitia Wright) la hermana pequeña de T’Challa y Everett K. Ross (Martin Freeman) agente de la CIA, que ya coincidieron en “Capitán América: Civil War” (Captain America: Civil War). Entre muchos otros, incluyendo al verdadero villano, Killmonger, (Michael B. Jordán) que aspira a ocupar el trono de Wakanda.
Cada vez que Marvel estrena una película, suele leerse aquello de: “La mejor película de Marvel hasta la fecha”. Sea cierto o no, en esta ocasión sí que han conseguido que la historia parezca que se desarrolla en el mundo real. Aunque Wakanda no exista como tal, pero se refieran a una parte ubicada en África. Se abordan varios temas, que no se pierden entre disparos y espectaculares persecuciones en coche. Y esto hace atractiva a la historia, incluso si no eres fan de los superhéroes. Ya que tiene una buena fotografía, incluyendo vistosas vestimentas, y una profundidad política, social e ideológica nunca vistas en una película de Marvel, donde la monarquía y la diversión crean un interesante tándem.
Uno de los responsables de todo esto es, Ryan Coogler (además de Marvel Studios), el director y guionista que cuenta en el filme con un reparto mayoritariamente afroamericano. Con el que esperamos haya marcado un antes y un después no solo en la industria cinematográfica de Hollywood, si no también en las películas de superhéroes. Ya lo intentaron antes otros, en proyectos que no llegaron a realizarse, como el de John Singleton, queriendo a Wesley Snipes como Black Panther, allá en 1990.
Mención aparte merece la banda sonora. El rapero Kendrick Lamar está presente pero no hay que olvidarse del gran trabajo del compositor Ludwig Göransson que nos dejan canciones como la de «Wakanda Origins«, o «Warrior Falls«.
En definitiva, blockbuster de manual, con nuevos ingredientes. Continuamos aplaudiendo el efecto “Wonder Woman” que vamos viendo ahora en las películas de superhéroes (aquí vemos por ejemplo la química y el peso en la trama de todas las protagonistas). No nos ha hecho falta ni citar a Chadwick Boseman, para corroborar que el resultado es sobresaliente, y que uno se queda con ganas de ver nuevas aventuras de Black Panther. Si no es en solitario, al menos la próxima aparición será en “Vengadores: Infinity War” (Avengers: Infinity War).
«Black Panther» se estrena el 16 de febrero.
Tras los créditos, hay dos escenas.
Nota: 9