El director Adam Wingard (The Guest) dirige esta producción de Vertigo Entertainment para Netflix, cuya historia se basa en el famoso manga japonés de Tsugumi Ohba y Takeshi Obata.
Narra la historia de un estudiante de instituto Light Turner (Nat Wolff) que encuentra un cuaderno sobrenatural y comprende el inmenso poder que trae consigo. El nombre que escriba el dueño en alguna de sus páginas, mientras piensa en su rostro, esa persona morirá. Jugando a ser Dios, el joven comienza a acabar con la vida de aquellos que cree que deben morir. Todo esto acompañado por Mia Sutton (Margaret Qualley) y una persona que intentará pararles los pies, L (Lakeith Stanfield).
El comienzo de la historia es bastante directo, desde el descubrimiento del libro en el instituto, hasta la primera muerte pasan pocos minutos. De que se produzcan, se encarga Ryuk, el monstruo, interpretado por Willem Dafoe. Es el «creador» del libro, y de sus normas, además su presencia solo puede ser vista por el dueño, Light Turner.
Con un buen ritmo, las escenas de las muertes son explícitas, y su ingenio y lo que muestran nos recuerdan a lo mejor de la franquicia “Destino final” (Final Destination). Es entretenido ver el cambio que va sufriendo el protagonista, mientras juega a ser Dios, y encuentra por el camino a su amor de instituto, Mia Sutton. De la investigación de todas las muertes que va dejando el “libro”, se encargará el excéntrico L. Él y el protagonista, protagonizan varias escenas de acción memorables.
Entretenida, y sin mayores pretenciones. Con alguna que otra escena no apta para aprensivos, además la historia llega a un punto en el que se enrevesa aún más, provocando mayor interés por el desenlace.
Nota: 7
«Death note» se estrena en Netflix el 25 de agosto de 2017.