Llega la secuela de “Sicario”, estrenada en 2015, y dirigida por Denis Villeneuve, que esta vez cede el testigo a Stefano Sollima (serie “Gomorra”). Repiten algunos actores como Benicio Del toro, Josh Brolin y Jeffrey Donovan.
En la guerra de las drogas no hay reglas, y como los cárteles han comenzado a traficar con terroristas a través de la frontera con Estados Unidos, el agente federal Matt Graver (Josh Brolin) llama al misterioso Alejandro (Benicio Del Toro), cuya familia fue asesinada por un capo del cártel, con el objetivo de intensificar la guerra de una manera perversa. Alejandro secuestra a la hija, Isabela (Isabela Moner) del capo del cártel para avivar el conflicto, pero cuando la niña es vista como un daño colateral, su destino se interpone entre los dos hombres mientras se cuestionan todo por lo que están luchando.
La historia comienza con Matt Graver regresando de trabajar en Oriente Medio, y recibiendo un nuevo encargo de sus jefes de la CIA, que lo lleva de vuelta al mundo de la frontera. Y es un comienzo potente que no deja indiferente, y el responsable de esto es Taylor Sheridan, que repite como guionista.
A lo largo de los minutos, descubrimos que si hace 20 años el tráfico de drogas era lo más rentable en Estados Unidos, ahora el panorama ha cambiado y el tráfico de personas por la frontera se ha convertido en lo que buscan los cárteles. Se presentan algunos personajes, como Miguel (Elijah Rodriguez), que acabará topándose con más de un protagonista del largometraje en situaciones inesperadas, e introduciéndose en la vida del cártel, junto a su primo Héctor (David Castañeda) en McAllen, Texas.
El eje central se centra en la tensa relación entre Alejandro y Matt. Se muestran con un gran realismo, aunque eso les deje en ocasiones como personajes no heroicos. El gran dilema a la hora de desobedecer órdenes será una parte importante en la trama de Matt. Y todo lo anterior se muestra además con unos espectaculares planos, en ocasiones con primeros planos que dejan unas escenas para enmarcar, tiroteos sobre todo, y rodadas en gran parte en exteriores, localizaciones de zonas rurales alrededor de Albuquerque, y Nuevo México. Y si estos recursos no fueran suficientes para dramatizar aún más los temas tan duros de la historia, también se usa equipamiento militar real, incluyendo chalecos antibalas, ametralladoras, helicópteros Black Hawk, vehículos Humvee y las cámaras térmográficas FLIR, que ya al comienzo del largometraje captan nuestra atención.
En definitiva, 122 minutos de pura tensión, que no muestran síntomas de agotamiento alguno, pese a tratarse de una secuela, que además tiene prácticamente asegurada su continuación (la escena final, deja claro por dónde podría continuar la historia). Y con unos soberbios protagonistas, Benicio Del Toro sigue siendo el pilar fundamental de toda esta nueva trama sobre la inmigración.
Nota: 8,5
«Sicario: El día del soldado» (Sicario: Day of the Soldado) se estrena el 29 de junio de 2018.